jueves, 26 de noviembre de 2009

Presentación

Cuando se eleva el telón en el teatro significa que todo está preparado, que todo está ensayado... Es el momento de buscar la perfección en la canción a entonar, en la obra a interpretar o en el baile a ejecutar. Es el momento de entrener y sorprender al espectador, pero no de mostrar el cansancio o sufrimiento (que lo hay) que un bailarín, cantante o actor sufre hasta llegar a escuchar las palabras "Arriba el telón".

Todo el que forma parte del mundo al que llamamos "farándula" siente un enorme placer al realizar su trabajo (aunque muchos no lo llamarían trabajo), pero ese placer es fruto sobre todo, del reconocimiento de la gente y de la certeza de haber gustado o de haber hecho feliz al público.

Sin embargo, el arte no sólo ofrece la posibilidad de entretener a un público más o menos entendido, sino que puede ayudar a las personas en el terrero personal. Por propia experiencia se que el realizar una actividad artística desde que se es niño, ayuda al desarrollo de la persona, ya que te crea una disciplina, te marca ojetivos,te abre otros campos de conocimiento...
Pero al margen de que estudiar danza o música en la niñez sea más o menos beneficioso, en este blog me gustaría centrarme en los beneficios que el arte, ya sea música, danza, pintura, etc. puede reportar a personas con discapacidad, personas depresivas, ancianos, niños...

Con respecto a este tema nos puede sonar la palabra "bailoterapia", pero hay muchas más actividades y técnicas que hoy en día se están utilizando en muchos países para combatir, o por lo menos sobrellevar, numerosos problemas.

Por tanto, desde aquí lo que se pretende es profundizar en el arte como terapia y como complemento de la educación de una persona.